HISTORIA DE LA POLICÍA NACIONAL
DE COLOMBIA
ORIGEN ETIMOLÓGICO DE LA PALABRA POLICÍA
El concepto de Policía surgió durante la evolución de las instituciones de Grecia y Roma, la cual culmina con la constitución de la democracia en Atenas y la república en Roma. De esta época, proviene el término policía derivado del griego “politeia” que para Platón y Aristóteles significaba: la constitución política, la forma de gobierno, el gobierno mismo y la administración del Estado. La raíz del término “polis”, significaba la comunidad política y religiosa.
Los romanos emplearon la palabra “politia” (policía) pero solo para traducir la expresión griega “politeia”, pues, cuando aludían a su propio régimen político preferían la palabra “república” (la cosa pública).
De esta manera la “policía”, entendida como función general del Estado venía a representar de cierto modo, la función de paz, característica del sincretismo funcional del régimen de los clanes.
La última década del Siglo XIX se constituyó
en la primera de la Policía Nacional. La Institución estaba
conformada por un Director General, cargo para el que fue nombrado Juan María
Marcelino Gilibert; un Subdirector, cargo que ostentó por primera vez el
Coronel Pedro María Corena; un secretario del director, cuya función fué
encomendada a Antonio María Osorio; dos escribientes de la dirección, un
médico, un habilitador - tenedor de libros, cinco comisarios de primera clase,
Jefes de distrito; siete comisarios mayores de Segunda clase, Jefe del servicio
de seguridad; seis comisarios de segunda clase, ocho comisarios de tercera
clase y nueve comisarios de tercera clase.
Igualmente, hacían parte de la policía ocho
oficiales escribientes del Subdirector, de los comisarios, jefes de distrito y
del comisario jefe del servicio de seguridad, y 400 agentes.
Una vez seleccionado el personal
cuidadosamente por el primer Director, el 10 de enero de 1892, la Policía Nacional
inició sus labores con un desfile ante el presidente Carlos Holguín, su
gabinete ministerial, otras autoridades y una gran multitud de ciudadanos
Así mismo, estaba pendiente del aseo de las
calles, anunciaban con silbatos las horas de la noche y recogía a vagos y niños
desamparados, entre otras labores.
A principios de 1895, cuando Miguel Antonio
Caro se encontraba encargado, en ausencia de Rafael Núñez, se presentó una
refriega civil, por lo que fue declarado el estado de sitio en toda la República.
Entonces, se adscribió la Policía al ministerio de
Guerra hasta el 21 de enero de 1896, fecha en que fue expedido el decreto 10,
en el que se fijaron nuevas normas para la institución
* CITADO
TOMADO DE LA
ACADEMIA COLOMBIANA DE LA HISTORIA POLICIAL
QUE ES LA DOCTRINA POLICIAL
La doctrina,
“entendida como el conjunto de ideas preceptos éticos, legales y conceptos
oficialmente aceptados, en los cuales se fundamenta el quehacer policial, a la
luz de los principios filosóficos y dogmáticos que señalan su razón de ser, en
el ámbito de las instituciones del Estado; aporta los conocimientos y
fundamentos necesarios para el correcto empleo de los medios y recursos que
requiere la institución en el cumplimiento de su misión constitucional, recoge
las experiencias y se orienta hacia el futuro para prevenir equivocaciones a
fin de mantener las condiciones para el libre ejercicio de los derechos y
libertades de los ciudadanos; es dinámica y día a día se va enriqueciendo con
los aportes de investigadores y tratadistas, facilitando a futuro el avance
tecnológico y científico de la institución.
En este sentido, la
doctrina otorga identidad y autonomía a la institución; se encuentra descrita
en su Código de Ética, en el juramento policial, los símbolos, la visión,
misión y en los principios y valores institucionales, los cuales expresan
creencias y prácticas que guían el quehacer policial, tanto individual como
colectivo del personal que integra la Policía Nacional.
Los postulados que
contienen estas expresiones, constituyen verdaderos instrumentos motivadores de
paz y convivencia, que enriquecen su cultura y orientan a quienes aspiran a
recibir formación integral como profesionales de policía, a convertirse en
legítimos protectores de la vida, honra y bienes de todos los habitantes de
Colombia. El Código de ética es el eje de la vocación de servicio, que
caracteriza a toda persona que ha decidido, voluntariamente, ser policía;
recoge los conceptos propios del respeto a los Derechos Humanos y lleva
implícita la misión institucional, como su razón de ser, su propósito y fin
último.
(Tomado
del tomo IV “La Política Estratégica
Educativa, Sistema Educativo Policial”
EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO DE POLICÍA EN
EL SIGLO XIX
Para el año 1791,
en el Virreinato de José Ezpeleta, en Santa Fe de
Bogotá se conformó una Junta de Policía, en la que participó entre otros
criollos, don Antonio Nariño. La corporación se ocupó de la salubridad, el
alumbrado público, los mendigos y el ornato y, como carecía de cuerpo se apoyó
en el Ejército Real, para el ejercicio de la función policial.
Antonio Nariño, alcalde de la ciudad, fue apresado[1],
y los integrantes patriotas de la
mencionada junta, fueron reemplazados por españoles, bajo acusaciones de
conspiración en contra del Virrey, hecho que sumado a otros, enfureció a la sociedad criolla y encendió los ánimos independentistas.
En la
Gran Colombia :
Con la Independencia , Don
Ventura Ahumada, alcalde de segundo voto, jefe político y de policía del cantón
de Bogotá, creó el primer cuerpo de policía
(1822 a
1830). Nuestro país entra en
permanentes guerras civiles, durante las cuales se convertía al cuerpo de
policía en un batallón militar, al servicio del gobierno de turno, como órgano
de persecución de la oposición, perdiendo la esencia de la protección social;
sin embargo, este partidismo de la policía no rompió con la sociedad toda; la policía
siempre fue querida por un bando o el otro y al final de cada conflicto,
ambos bandos la reclamaban ante la creciente inseguridad, toda vez que los
desocupados de la guerra se dedicaban a las acciones criminales.
Existe
una dicotomía entre el reconocimiento de la creación de las instituciones del
Estado; por ejemplo las militares, afirman que su creación obedece al “bautizo
de fuego”, refiriéndose a batallas en
donde el uso de la fuerza les confirió honor y gloria. A diferencia de las instituciones militares, la creación de los cuerpos
de policía se debe al principio de legalidad, puesto que es de su esencia la
protección y no la represión propia de la fuerza, por lo que no se concibe una
policía sin una forma de gobierno previamente concebida. Como no mencionar el
11 de marzo de 1825: Cuando el General Santander, Presidente en encargo de la República , ejecutó la
“Ley sobre la organización, régimen político y económico de los departamentos y
provincias en que se divide la
República ”, que creó los intendentes de policía, quienes
dependían directamente del Ejecutivo. Estos intendentes tenían funciones
policiales como la tranquilidad general, el buen orden, la seguridad y la
prosperidad.
También se encomendó a la
policía promover la agricultura, la industria, el comercio y la mejora de la
ciudad y realizar labores como empedrado de calles, el enlosado de andenes,
proteger las fuentes de agua el servicio de alumbrado público y supervisar las
pesas y medidas. La policía, como encargada de la salubridad, estableció
cementerios y para prevenir epidemias, vacunó a las personas. Como si fuera
poco, la policía fungió como registraduría, encargada de registrar e informar
el estado de los nacidos, casados y muertos.
Desde sus orígenes legales, la Policía es sinónimo de
orden y desarrollo urbano. Ahora bien, erróneamente, se le asignó la
competencia para declarar la calidad de vagos e imponer la medida correctiva de
“prestar el servicio de las armas en el ejército o en la policía”, llevando al
cuerpo a la concepción peligrosista que desconoce la buena fe de las persona”.[2] En los inicios legislativos
de nuestra Nación, esta ley enunció la constitución del cuerpo de policía, para
la Gran Colombia ,
siendo éste un antecedente legal de la
creación de la institución policial, a partir de la organización del
Estado que hasta nuestros días, administra los destinos de la Nación.
En La Nueva Granada
En 1832, se presenta al congreso
un proyecto de Ley, con el objeto de reorganizar un cuerpo de policía; para
aquel momento, existió fuerte oposición
del partido contrario al gobierno de turno, pues, el razonamiento de la época
determinó que: “la policía coartaba las libertades al servicio del gobierno de
turno”
Ocurren entre otros tres acontecimientos que aunque contradictorios,
quiero extraerlos del pasado y relatarlos, pues desencadenaron la
organización de una policía nacional con
un carácter técnico.
En 1838 la banda de Judas Tadeo Lozano,
asaltó a mano armada la tienda de don Uldarico Leiva Caicedo, influyente
ciudadano de la oposición, hecho que evidenció la necesidad de un cuerpo de
policía, para asegurar los derechos y libertades de la comunidad; dicho suceso
hizo cambiar de opinión a la oposición, y en este sentido, hacer entender que
antes que un cuerpo de persecución, la policía es un cuerpo para la protección de la comunidad.[3]
En 1841, tuvo lugar el caso de “la primera Pirámide de la historia
colombiana”: la sociedad granadina es estafada, al entregar su dinero ante la
promesa de exorbitantes ganancias; acontecimiento que lleva a la comunidad a
plantear la imperiosa necesidad de un cuerpo de policía.[4]
En este mismo año y para fortuna
institucional, mediante Técnicas criollas de
investigación criminal, y con el
apoyo del pintor, García Evia, el cuerpo de policía elaboró un retrato hablado,
el cual se exhibió en la Plaza
de Bolívar, logrando de esta manera, identificar y dar captura a Judas Tadeo
Lozano y su banda, peligrosa compañía
criminal del barrio Egipto, que había azotado la seguridad capitalina. Fue así,
como el excelente proceder policial vislumbró la necesidad de fortalecer al
cuerpo de policía con los medios y técnicas de una policía profesional para
combatir el crimen.[5]
El 15 de mayo de 1841 mediante la “Ley sobre policía general”, se
reorganizó y reglamentó el Cuerpo de Policía de la Nueva Granada ,
conformado por la policía general (nacional) y la especial (provincial),
policía urbana y rural. Con un carácter civilista, sin entrenamiento ni medios
adecuados para atender diversos fenómenos de convivencia, se establecieron los
grados de Inspector, Comisario y Agente. Se consideró que la decencia pública y
las buenas costumbres, debían corresponder a las funciones de policía,
prohibiendo entre otras, la prostitución.
Era deber del Cuerpo, verificar la experticia de los artesanos que
pretendían abrir una tienda, que se verificaba mediante exámenes de la técnica;
también, evitar el tránsito de ebrios por las calles e impedir que quienes habían
perdido el uso de la razón o de la fuerza, fueran robados o maltratados. Se
establecieron como fin de la policía, categorías de seguridad, salubridad,
tranquilidad y orden público. Sumado a lo anterior, fue creada la policía
judicial.[6]
Es quizá esta norma uno de los primeros antecedentes legislativos de un
cuerpo de policía nacional, representada en la llamada Policía General,
señalándonos la posibilidad de que existiera un cuerpo nacional, hecho que debe
ser investigado con mayor profundidad.
Adicional a la ley sobre
Policía General, surge una ley muy simpática por cierto: fue la Ley del 14 de junio de 1842
que facultó a la policía para conducir, reunir y vacunar fuera de las
poblaciones a los enfermos de coto. [7]
Desde los inicios de la
Republica , a la policía se le confió el cuidado de la salud,
por lo que debió controlar cualquier factor que atentara contra la misma,
además de los enfermos de coto, la historia nos señala otros acontecimientos,
como el control de los enfermos de lepra fuera de las urbes y las acciones en
puertos y aeropuertos, con motivo de pandemias que amenazaron la humanidad.
CONFEDERACIÓN GRANADINA
El 12 diciembre de 1859,
mediante acuerdo del Cantón de Bogotá, se creó la llamada policía parroquial,
con una función adicional: el aseo y cuidado de calles y fuentes de agua; antecedente
histórico de la policía de proximidad, que hoy cumple su función a través de la
vigilancia por cuadrantes
Ahora bien, demos un salto en el tiempo y ubiquémonos
en aquellos acontecimiento policiales, cuando nuestra nación fue conocida como
Estados Unidos De Colombia
En 1874, mediante acuerdo 47, se compromete a la
policía para averiguar acerca de la usurpación u ocupación ilegal de
propiedades del común y dar parte al jefe municipal.
Mediante la enunciación de estos antecedentes
normativos, evidenciamos que además de la seguridad de vidas y bienes, son
diversos los campos en los que el cuerpo de policía se ha desempeñado,
contribuyendo de esta manera, a la construcción de nuestro país.
Hasta aquí, la presente investigación evidencia una
fuerte comunicación con el pasado, mediante periódicos que nos llevan a
imaginar una policía organizada para su momento; una y otra vez, al hacer una
lectura del Papel Periódico Ilustrado de Bogotá, nos informa sobre una discusión
del alcance de los policías, o bien, el periódico nos permite informarnos sobre
un antecedente no antes visto “el Guarante” personaje al que me remitiré en
palabras textuales:
…”la verdad es que me horripila recordarlo… es
casi increíble la transformación que ha sufrido Bogotá ( …) piense usted en que
entonces llamaban a los policías “ Guarantes”;
y sabe usted lo que eran estos? Unos pocos patanes del pueblo, vestidos con
grandes ruanas de bayetón y armados con
garrotes de guayacán. Una variación sobre este tema: una docena de hombres
inofensivos, vestidos como los susodichos guarantes, cubiertos con montera y
armados con machetes “inútiles y peor que inútiles” formaban por la noche, lo
que a impulsos, entre otros D. Gregorio Obregón, ha venido a hacer el cuerpo de
serenos y bomberos del comercio de
Bogotá. No había paseo público, jardines, ni estatua…
El texto nos
permite inferir que existió un cuerpo de policía creado por el gobierno de
turno denominados “ Guarantes” y paralelamente un cuerpo de vigilancia
privada, contratada por el comercio de la ciudad llamado “serenos”
Así, se dejan descubrir y nos relatan, cómo fueron
nuestros más lejanos antecesores, hace más de 126 años; ahora bien, veamos que
para esta misma época y ante la necesidad de progreso en las ciudades e
instituciones fuertes, la policía ha
sido un elemento importante para la construcción de nación.
República De Colombia 1886
Al
finalizar el siglo XIX, los habitantes necesitaron un cuerpo técnico de policía
que, que sumado a los existentes, contribuyera al desarrollo de la República.
Recreemos un acontecimiento que evidenció la necesidad de tecnificar el
cuerpo de policía:
El llamado “Crimen de la Calle de la Moneda ”, en donde fue
hallada sin vida una distinguida dama de la sociedad bogotana y que, por el
inadecuado manejo del lugar de los hechos por parte de los policías, no se
logro establecer con certeza la causa de la muerte. Lo que pareció ante los
ojos de la comunidad como un crimen cuyo responsable era el ex esposo de la
occisa, se quedó en la completa impunidad pues, a pesar de ser formalmente
acusado por el crimen, el no poder probar que la causa de la muerte era un
homicidio, generó la duda en los jueces beneficiando al acusado, quien no fue
condenado.
El señalado caso, hace parte de numerosos acontecimientos que hicieron
posible que nuestro gobierno, en atención a la Ley 23 de 1890, contratara a través del gobierno
francés, al Comisario Gillibert, para organizar la Policía Nacional , con un carácter técnico en el
ejercicio de la función de policía.
ORGANIZACIÓN DE LA POLICÍA NACIONAL
Nuestro
gobierno, en atención a la Ley
23 de 1890, contrató, por intermedio del gobierno francés, al Comisario Juan María
Marcelino Gilibert, para organizar la Policía Nacional ,
con un carácter técnico en el ejercicio de la función de policía. La
actividad estuvo en manos de altos funcionarios, como Carlos Holguín Mallarino,
encargado de la
Presidencia de la República ; Antonio Roldan, Ministro de Gobierno y
Gonzalo Mallarino, encargado de Negocios de Colombia, en París.
En ellos recayó la honorable tarea de pensar la policía y
proyectarla, de fortalecer las bases, para que nosotros con el aprendizaje del
pasado, contribuyamos con los más finos detalles, con conocimientos, con valor,
no solo para formar institución, sino además, para contribuir como arquitectos de paz para las
más lejanas generaciones.
En 1899, cuando
inició la Guerra
de los mil días, la Policía
se desintegró en un alto porcentaje, pues sus funcionarios se enrolaron en el
conflicto armado, convirtiendo al cuerpo en un órgano de persecución de la
oposición al gobierno.
Sin embargo, cabe destacar
que, debido a la intervención del entonces director de la Policía Nacional , General Arístides Fernández, se
alcanzó la paz.
Finalizado el conflicto, se reordena el cuerpo de policía en distintas estructuras, tales como la guardia civil, la gendarmería y otras,
mostrando un retroceso histórico en la consolidación de una policía nacional,
hecho que a partir de 1914 se revierte, continuándose por el camino de la nacionalización.
La evolución de una policía
técnica, dio paso en 1912, a
la creación de la Oficina
de investigación criminal. Con el nacimiento de esta sección en la Policía Nacional ,
se consolidan las estadísticas delincuenciales y contravencionales, fuente de
información para el país y el mundo. Detengámonos un momento, para detallar con
un lente más objetivo y analizar como dato curioso que para la época, se
contemplaba el delito de seducción.
Hoy, noventa y ocho (98)
años después, la denominación de Policía Judicial regresa a su nombre original
“Investigación Criminal”, cuyo objetivo es el esclarecimiento de las conductas
punibles y su contribución a la administración de la justicia.
En 1912 mediante Decreto 32
del 4 de marzo, el Director General de la Policía Nacional , Gabriel González, estableció y
organizó la primera escuela de preparación y selección de personal de la Policía
Nacional.
Un salto a la actualidad:
noventa y ocho años después, en Bogotá, se creó la primera escuela de policía
metropolitana para la formación de policías en competencias específicas para el
desarrollo de la función policial, en la ciudad capital. Y es particular que las dos escuelas
coincidan en los mismos currículos en cuanto al conocimiento de acuerdos,
reglamentos y programas especiales del Distrito Capital, en el horario de
clases de las 07:00 a las 19:00 horas y en la metodología didáctica de la
enseñanza a través de la teoría-practica, en las unidades de policía de Bogotá.
A continuación, hago, un
cambio al tradicional desarrollo metodológico de mi escrito, y ambientare la
manera como nuestra institución ha contribuido al desarrollo de nuestra Nación,
desde unas temáticas delimitadas, no sin antes advertir que se ha realizado un
arduo trabajo de investigación para interpretar a quienes han dado lectura a
nuestra institución, a través de los tiempos,
así:
POLICÍA EN EL
ÁMBITO INTERNACIONAL
Desde sus inicios, la Policía Nacional ha recibido delegaciones
extranjeras que sustentan el desarrollo institucional. Entre otras, encontramos
en 1916 la Misión
Española , en 1936 la Misión Chilena y en
1948, la Misión Británica.
En la
actualidad, la
Policía Nacional de Colombia entrena y capacita a otras
policías del mundo. Han recibido nuestras enseñanzas más de seis mil policías
extranjeros, en misiones de acompañamiento a República Dominicana, Haití,
Panamá, Guatemala y México, además de
brindar asesoría técnica a los países miembros de Ameripol.
Una anécdota a recordar y que vale la pena
exaltar, es la función asignada por el gobierno nacional a nuestro cuerpo, en
el año de 1945, en el transcurso de la segunda Guerra Mundial, cuando algunos
alemanes llegaron desplazados a Colombia
y la Policía Nacional los concentro en el hotel “La Sabana ” del municipio de Fusagasuga.
En 1961 nuestra delegación
ecuestre participó, destacándose en la competencia hípica realizada en Chile.
Estos, entre muchos otros
acontecimientos, evidencian la grandeza institucional no solo al interior de
nuestra nación, sino también en el ámbito internacional.
POLICÍA Y SU FORMACIÓN
En
1940 se inauguró oficialmente el busto del Hombre de las Leyes, en la Escuela General
Santander. En 1943 capacitaron en esta escuela a un grupo de abogados como
comandantes de la Policía Nacional , acontecimiento que desconoció
la formación de carrera que debe trasegar un comandante policial y que tuvo
funestas consecuencias para la
Institución , cuando el 9 de abril de 1948, el cuerpo
desarticulado, sin mando y sin liderazgo, no afrontó en debida forma los
sucesos acaecidos en la ciudad de Bogotá, ante la muerte de Jorge Eliécer
Gaitán, ocasionándose la casi liquidación de la Institución. Hecho que debe permanecer
en la memoria institucional para hacer entender a los líderes del gobierno y a
futuras generaciones, que para comandar unidades policiales, además del
conocimiento académico se requiere la experiencia laboral; es por esto, que
nuestros estatutos de carrera, deben reglamentar esta condición para garantizar
la buena dirección del cuerpo.
En 1944 se clausuró el primer
curso de agentes en la
Escuela General Santander, dándose los primeros pasos para el
ejercicio de la profesión policial fundamentada en la enseñanza de su ciencia;
“ser policía no es un simple oficio, es una profesión” afirma el doctrinante,
Fabio Arturo Londoño Cárdenas.
En 1968, cincuenta y siete (57)
oficiales de la Policía ,
se gradúan en el programa académico de administración de personal, analizamos así, que la
idoneidad que imprime el ámbito académico a nuestros hombres y mujeres, es
factor de promoción individual y desarrollo institucional.
En la actualidad, nuestra Dirección de Educación, es una
institución de educación superior, que bajo las condiciones de calidad exigidas
por el Ministerio de Educación, capacita y certifica a hombres y mujeres en
programas: técnicos, tecnológicos, de pregrado y posgrado, irradiando nuestro
saber a la comunidad académica nacional e internacional.
El objeto de la Policía es proteger derechos para alcanzar la
convivencia. Como hijos de la clase obrera del país, los funcionarios de la Policía han protegido las
concentraciones obreras por la reivindicación de sus derechos; es así como,
entre muchos acontecimientos, se evoca que en 1916 la Policía custodió la fiesta del Círculo de Obreros
y, en la década de los años treinta, protegió durante las marchas a más de
cinco mil obreros de todo el país,
concentrados en la
Capital , para reclamar: “mejores condiciones laborales” a la
clase dirigente.
Algunas de sus peticiones
consistieron en exigir que los operarios de la naciente industria colombiana,
pudieran sentarse durante su jornada laboral (su oficio lo permitía pero sus
patrones no), así como también, la dosificación de descansos durante las
jornadas laborales, lo que influenció la arquitectura de la ciudad,
beneficiándola con la adecuación de espacios para el descanso (fueron
instaladas sillas en zonas públicas, para la pausa de los obreros en su tiempo
libre).
POLICÍA Y
TEMPLANZA
En
1944, combatió y doblegó a un grupo de revoltosos separatistas en la ciudad de
Pasto. En 1948, la Policía
reaccionó ante el acaparamiento y especulación de precios de víveres y
alimentos en el país, asestando contundentes acciones en los centros
infractores. En 1964, héroes policías fueron exaltados ante la opinión pública
porque abatieron a los legendarios bandoleros “Sangre Negra” y “Desquite”.
A
partir de 1964, se configuraron las guerrillas modernas; en la década de los
setenta, se presentaron en el país las primeras acciones terroristas, se
organizaron los grupos armados ilegales (hoy denominados “Bandas Criminales”),
creció el narcotráfico (génesis y soporte del crimen en nuestra Patria) y, ante
todos esos flagelos, nuestros hombres demostraron gran valor y firmeza.
En
los años ochenta, las manifestaciones violentas de las guerrillas escalaron en
el conflicto e iniciaron los ataques a poblaciones y estaciones de policía. Y
una década después, el terrorismo del narcotráfico alcanzó su mayor expresión
cuando se enfrentó al Estado.
Esta
mezcla criminal, un atentado contra la institucionalidad del Estado, exigió de
nuestro cuerpo respuestas oportunas y eficaces que, a costa de la sangre y el
dolor de nuestra familia policial, brindamos al pueblo colombiano, poniendo la
fuerza al servicio del derecho. Hoy, la Policía Nacional
de Colombia es uno de los mejores cuerpos del mundo, en la lucha contra la
criminalidad.
POLICÍA Y MULTITUDES
La policía se debe
a la comunidad y, desde sus orígenes, ha sido puesta a prueba ante las
manifestaciones violentas de personas inconformes. La falta de técnica y medios
la hizo débil, en 1938 se adquirieron los primeros medios para el control de
multitudes y, ante la carencia de otros, la Institución se apoyó en
diversas herramientas que, con posterioridad, sirvieron para el provecho común.
En la actualidad, nuestros
grupos de control de multitudes, crean técnicas y desarrollan su función con
altísimos estándares de efectividad y eficiencia. La Policía Nacional de Colombia ha
sido fuerte en el desorden, protector en el orden y tolerante ante la agresión
de las personas.
POLICÍA Y DEPORTES
En los inicios del siglo XX, se organizaron concentraciones de personas
para apreciar prácticas deportivas en nuestro país. Corridas de toros en 1912 y
veladas boxísticas en 1922, fueron quizás las primeras actividades en concentrar
público y la Policía
siempre estuvo allí presente.
Sin la presencia policial no se hubieran realizado tales eventos, el
orden y mejora en la estructura para recibir al público, fueron semillas
abonadas y germinadas por la iniciativa policial.
Nos convertimos en parte de los espectáculos deportivos, protectores en
todo momento, simpáticos y respetuosos ante el sacrificio de atletas y la admiración de sus seguidores.
Desde sus inicios, la
Policía ha custodiado las vías y medios de transporte del
país, en pro de la prosperidad del pueblo colombiano. En 1904 regulaba el
servicio del tranvía traccionado por mulas; posteriormente, custodió los
ferrocarriles desde el comienzo y durante el despliegue ferroviario; es así que
en 1926 acompañó a la comunidad en la inauguración del ferrocarril del nordeste
hasta la población de Tocancipá y en 1959 hizo presencia en la inauguración del
ferrocarril Barrancabermeja-Bucaramanga.
En los momentos de desorden en los medios de transporte, el cuerpo ha
guardado el equilibrio entre el bienestar común y el derecho a la protesta de
los transportadores o transportados. Ejemplos de ello, el control que hizo la
policía en la huelga ferroviaria del 19 de diciembre de 1942 y la ayuda que le
brindó a la comunidad durante el paro de transportes en 1962.
El control de las personas
que hacen uso de vías y medios de transporte, así como su protección y apoyo,
han garantizado el derecho a la movilidad de los colombianos.
POLICÍA Y CULTURA
En 1916, la Policía custodió la
Fiesta de la
Raza , en 1929 rindió honores en los funerales del poeta
José Eustacio Rivera, en 1937 obsequió
el Oleo de Simón Bolívar al presidente López y en 1947, protegió a Libertad
Lamarque durante su visita a nuestro país; entre otros eventos, nuestro cuerpo
ha participado en reinados, conciertos, exposiciones, ferias, festivales de teatro
y en general, en cualquier actividad a la que el pueblo guarde culto como
propio de su cultura; la comunidad es consciente, de que, sin la facilitación
policial, no se podrían desarrollar los acontecimientos culturales de nuestra
patria.
POLICÍA Y RELIGIÓN
“Dios y patria” es nuestro
lema; La Policía
ha demostrado su espiritualidad y creencia en actos como los realizados en 1917, cuando la Policía acompaña la procesión a Monserrate con el Señor caído,
así como también la procesión por el
barrio las Cruces con motivo de las
rogativas a causa de los temblores que en ese entonces, estremecieron
a Bogotá y en 1919 realizó
Controles durante las
festividades de Semana Santa en Bogotá,
entre muchas otras. Al igual que
la iglesia, nuestro cuerpo profesa el respeto y el amor al prójimo, pilares
sobre los que construye convivencia en nuestra nación.
POLICÍA Y
CATÁSTROFES
Desafortunadamente,
nuestro pueblo ha sufrido diversas catástrofes naturales, aéreas e incendios,
que han cobrado la vida y bienes de los colombianos, acontecimientos en los
cuales nuestro cuerpo se ha constituido en sinónimo de esperanza; recordemos
algunos eventos catastróficos, encarados con el valor, arrojo y decisión de
nuestros hombres:
Grandes incendios: En Bogotá, recordemos algunas conflagraciones,
como las ocurridas en 1918 cuando un
gran incendio devastó el centro de
Bogotá; luego, en 1938, la Policía apaga incendio
sobre la carrera 7; también, en 1948, la Policía controla un
incendio en la fábrica de calzado “Colosal”; en 1949 Agentes de policía ayudan
a extinguir el incendio de la fábrica de fósforos “El Progreso”; en 1951 se
atiende el incendio del almacén Ley y en 1976 el incendio de la Torre de Avianca; así mismo se presentaron eventualidades en otras
regiones del país: en 1956 aproximadamente 2.000 personas fallecieron en
explosión de camiones cargados con explosivos en el centro de Cali; en 1927 la Policía socorrió las
victimas en el incendio que afecto el municipio de Girardot, en 1965 la Policía controló un
incendio en la zona comercial de Cartagena.
Catástrofes Naturales:
Nuestro cuerpo atendió los Terremotos en Bogotá sucedidos en 1917,1923 y 1966;
de igual manera, los terribles terremotos de Gachalá en los últimos días de
1923 y los primeros de 1924. La grave serie de terremotos de Nariño, acaecidos
entre 1923 y 1936; el sismo del antiguo Caldas en 1938, el de Pasto en 1947, el
de Norte de Santander en 1950;[8] en 1979 el
maremoto presenciado en la costa sur del país; en 1983 el terremoto de Popayán;
en 1985 la tragedia ocasionada por el deslizamiento del volcán Nevado del Ruiz
que causa la muerte de aproximadamente 25.000 personas en la población de
Armero Tolima; el terremoto del Quindío en 1999. Algunos eventos más
catastróficos que otros pero siempre generaron pánico y desorden que la Policía con su eficacia
supo afrontar.
Accidentes aéreos: En la
ciudad de Medellín en1935, mueren Ernesto Samper Mendosa, pionero de la
aviación y Carlos Gardel cantante argentino; luego, en 1973, se estrella un
avión contra el cerro “El Cable” en
Bogotá, donde mueren 43 personas; posteriormente, en 1998, en el mismo lugar
mueren 53 personas al colisionar con el cerro un avión ecuatoriano. También, en 1995, el avión de American Airlains se
estrelló en el cerro Sanjose del municipio de Buga (Valle); milagrosamente
cinco personas sobreviven; en este mismo
año, un avión de la empresa Intercontinental cae en el municipio de María la Baja Bolívar ; una
niña sobrevive.
Innumerables son las
inundaciones, deslizamientos, huracanes y otros desastres naturales sufridos en
nuestro país, ante los cuales la Policía Nacional siempre ha estado presente para
brindar abrigo al desposeído, socorrer al necesitado y alentar a quien lo ha
perdido todo, lo difícil no es la catástrofe, es reponerse a ella y es allí en
donde la policía restablece el orden para posibilitar el regreso a la
normalidad.
POLICÍA Y
DEMOCRACIA
La democracia es la
política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno; nuestro cuerpo
ha posibilitado la participación del ciudadano cuando interviene en los asuntos
públicos con su opinión, con su voto, o de cualquier otro modo; en igual
sentido, la policía Nacional ha garantizado las actividades de quienes rigen o
aspiran a regir los asuntos públicos; nuestra institución ha respetado la
opinión política de las personas, siempre teniendo muy claro que las políticas
cambian pero la policía permanece.
A continuación remembremos
apartes de nuestra participación en la historia democrática del país así: En 1910,
se oficializó el voto universal, para la elección de presidente en Colombia,
siendo elegido el doctor Carlos E. Restrepo, fecha desde la cual nuestro cuerpo
a posibilitado el desarrollo de las veinticuatro jornadas electorales
realizadas hasta la fecha para la elección de presidente.
En lo que corresponde a
las elecciones legislativas, en “1936 se
consagró el sufragio universal masculino para elecciones de representantes y
senadores en 1945, posteriormente, se permite la votación de la mujer en 1958” .[9]
De igual manera el
compromiso con la democracia que entraña nuestro cuerpo, facilitó el ejercicio
del sufragio para la elección de autoridades y corporaciones regionales, que
han regido los destinos de nuestro país en el marco de la convivencia, por la
cual, nuestros hombres y mujeres han entregado hasta la vida misma para la
prosperidad del pueblo colombiano.
Es importante
recordar que “la competencia e inclusión
electoral deben ser los mecanismos para resolver los conflictos políticos en
una sociedad como la colombiana”[10]
La utilización del cuerpo
de policía como herramienta de persecución de los partidos políticos opositores
al gobierno, ha sido un terrible desacierto para la estabilidad institucional,
hecho que quiero recordar a nuestras generaciones del hoy y del mañana, para
que no permitan que nuestro cuerpo participe en este tipo de acciones, pues la
policía tiene como objeto proteger y no reprimir; quizá olvidar esta lección
que nos da la historia podría desatar funestas consecuencias. En este sentido
recordemos el titular del periódico El Tiempo en 1926 “Policía muestra su parcialidad política, al retirar a los liberales en
manifestación por la carrera séptima”.
También
se registró la entereza y profesionalismo del cuerpo, por ejemplo la férrea
disposición del servicio, de este policial durante el discurso del presidente
Miguel Abadía Méndez en 1827.
En
1946, se destacó el servicio policial en momentos en que el candidato
presidencial, por el partido de la disidencia liberal, Jorge Eliecer Gaitán,
ejercía su derecho al voto.
En
1971, la Policía
vigiló la marcha de militares seguidores del partido Alianza Nacional Popular
“ANAPO”, en el municipio de Villa de Leiva.
En
1991, la Policía
garantizó el orden para el desarrollo de la Asamblea Nacional
Constituyente, que produjo nuestra actual Constitución.
Entre
muchos otros eventos, el cuerpo institución Policía Nacional de Colombia, ha
estado siempre al servicio de la rama legislativa, ejecutiva y judicial de
nuestro país y en general de todas las instituciones del Estado, con el único
fin de propiciar la convivencia, del pueblo colombiano.
POLICÍA
CEREMONIAL Y PROTOCOLO
Como es bien sabido, el
ceremonial es el conjunto de formalidades para cualquier acto público o
solemne. La policía Nacional ha reglado su ceremonial mediante un protocolo,
sustentado en sus normas y costumbres, que se han constituido en nuestro
patrimonio; nos son inherentes y han hecho parte de nuestra historia.
La forma muestra el
contenido, debiendo existir un equilibrio entre lo que es y lo que se muestra;
mediante estas formas se ha exaltado al hombre y mujer policial, se ha rendido
culto a nuestras tradiciones, así como se ha mostrado respeto a instituciones y
a las personas.
La doctrina nos enseña que
la unidad de cuerpo se fortalece a través de nuestro ceremonial y que es quizá
ésta la manera de engrandecer el espíritu institucional.
Recordemos algunos
momentos que han hecho parte de nuestro ceremonial: en 1921 funcionarios de la Policía fueron condecorados
por el Alcalde de Bogotá. Luego en 1938 doscientos policiales forman
parte de desfile policial, al igual ocurrió en 1942 y también en 1967 durante
el aniversario número setenta y seis de la Policía Nacional , cuando algunos de nuestros
funcionarios recibieron soluciones de vivienda.
POLICÍA Y SU
ARQUITECTURA
En 1891, la Dirección de la Policía Nacional
inició sus funciones en la edificación
del Hotel Universo, localizado en el centro de la ciudad de Bogotá y en
1926 se inauguró el “Palacio de la
Policía ”, uno de los tres palacios que existen en la
actualidad en Bogotá, acontecimiento que denota la importancia del cuerpo para
nuestro país, pues pasar del alquiler de un hotel, al uso de un Palacio, en tan
solo 35 años, fue sin duda un importante avance.
Despliegue que no se hizo
esperar en el resto del territorio nacional, convirtiendo a nuestras
edificaciones en emblemáticas construcciones, símbolo de seguridad y
prosperidad para el pueblo colombiano.
La institución
edificó y fortificó diferentes tipos de
construcciones de conformidad con la necesidad de la función policial; un
ejemplo de ello es la
Escuela General Santander, alma mater, cuya construcción
inicia en 1938; observemos una imagen de su planta física en su aniversario
veinte y ocho; también se edificó el Mausoleo policial, en honor a los héroes
que a diario ofrendaron su vida al servicio de la nación y en 1891 se firma el
contrato de construcción del Hospital Central de la policía, bajo el liderazgo
del entonces director del cuerpo, el señor General, Francisco José Naranjo
Franco, entre muchas otras edificaciones en la historia, de lo que hoy he
denominado la arquitectura policial.
POLICÍA Y
NIÑEZ
Como ya lo he mencionado
desde las primeras normas de policía en 1841, al cuerpo de policía se le confió
la invaluable labor de proteger a los niños, niñas y adolescentes. Función que
el cuerpo ha realizado con verdadero amor y vocación de servir y proteger a los
seres que representan el futuro de nuestra nación; entre muchos acontecimientos
quisiera recordar los siguientes: en 1968 policías alfabetizadores y niños
marchan para expresar agradecimiento para con la institución que abrió la
puerta del conocimiento a menores y adultos de nuestro país; luego, en 1972, la
policía organizó y desarrolló la olimpiada de los “Caras sucias” calificativo
cariñoso con el que se llamó a la integración de miles de niños desamparados
que sufrían en las calles de la ciudad y en 1986 el periódico el Tiempo
registró la participación policial en la fiesta de los niños.
De esta manera, he querido a través de mi relato, significar la grandeza
policial como factor fundamental para el
desarrollo nacional y finalizo recordando una reflexión del ilustre
historiador policial, Álvaro Castaño Castillo, “La policía, presentará siempre
a través de su historia, esta dualidad inquietante: En los regímenes ordenados
será un cuerpo austero, civilista y tecnificado. En los regímenes espurios o
deleznables será una maquinaria de persecución”[11].
ORIGEN ETIMOLÓGICO DE LA PALABRA POLICÍA
El concepto
de Policía surgió durante la evolución de las instituciones de Grecia y Roma,
la cual culmina con la constitución de la democracia en Atenas y la república
en Roma. De esta época, proviene el término policía derivado del griego “politeia”
que para Platón y Aristóteles significaba: la constitución política, la forma
de gobierno, el gobierno mismo y la administración del Estado. La raíz del
término “polis”, significaba la comunidad política y religiosa.
Los romanos
emplearon la palabra “politia” (policía) pero solo para traducir la expresión
griega “politeia”, pues, cuando aludían a su propio régimen político preferían
la palabra “república” (la cosa pública).
De esta manera la “policía”, entendida como función general del Estado
venía a representar de cierto modo, la función de paz, característica del
sincretismo funcional del régimen de los clanes.
LEY 23 DE 1890
En 1890 Carlos Holguín sancionó
la ley 23 del mes de octubre del mismo año, la cual facultaba al gobierno para
contratar en los Estados Unidos de América o en Europa una o más personas
competentes, con el propósito de organizar y capacitar el cuerpo de Policía
Nacional.
DECRETO 1000 DE 1891
Contratado el
señor Marcelino Gilibert, el Gobierno Nacional dicta el decreto 1000 del 5 de
noviembre de 1890, mediante el cual se organiza un cuerpo de Policía Nacional.
Esta es la norma y la fecha tomados como puntos de referencia para el
nacimiento de la
Policía Nacional en Colombia.
El nuevo
cuerpo de Policía pasó a depender del Ministerio de Gobierno sin perjuicio de
recibir instrucciones del Gobernador de Cundinamarca y Alcalde de Bogotá
El Decreto
1000 preveía que desde el momento que empezaría a funcionar el cuerpo de
Policía Nacional quedarían eliminados la Policía departamental, la Policía municipal y el
cuerpo de serenos.
MISIONES EXTRANJERAS
El 4 de noviembre de 1915 la ley 41 define que “la Policía Nacional
tiene por objeto primordial conservar la tranquilidad pública en la capital de la República y en cualquier
punto donde deba ejercer sus funciones; proteger la personas y las propiedades
y prestar el auxilio que reclamen la ejecución de las leyes y las decisiones
del poder judicial”.
El cuerpo de Policía Nacional se distribuye en tres
grupos, así: uno destinado a la vigilancia y seguridad; el segundo a una
guardia civil de gendarmería y el tercero a la Policía Judicial.
La Guardia de
Gendarmería Civil estaba destinada a la custodia de correos, colonias penales y
conducción de reos entre otras tareas.
Por Decreto 1143 de julio 3 de 1916 durante el
gobierno de José Vicente Concha se contrata la primera misión española,
integrada por instructores pertenecientes a la Guardia Civil de
España, quienes llegan al país con el propósito de establecer un servicio
similar al de la Policía
y Guardia Civil española. Dejan como positivo las enseñanzas de los nuevos
métodos de investigación criminal para la formación de detectives.
Durante el gobierno del Presidente Marco Fidel
Suárez se produce el Decreto 1628 del 9 de octubre de 1918 que reestructura la Policía Nacional
dejando la Dirección ,
Subdirección y la
Inspección General en manos de generales del Ejército.
La ley 74 del 19 noviembre de
1919 autorizó al Presidente de la
República para contratar en Francia un instructor y un jefe
de detectives técnico en sistema antropométrico, para la instrucción de la Policía Nacional.
En 1924 se crea una escuela de investigación
criminal para la capacitación de personal en esta rama del conocimiento
policial.
En 1929 fueron contratados con el gobierno
argentino los servicios del doctor Enrique Medina Artola, con el propósito de
asistir a la
Policía Colombiana en la capacitación de técnicos en
dactiloscopia. La obra de este profesional quedó consignada en la implantación
en nuestro medio del sistema dactiloscópico y ideado por el profesor argentino
Juan Vucetich y que reemplazó el sistema antropométrico.
En 1934 fue contratada con el gobierno español una
misión de expertos en identificación científica con el propósito de actualizar
este servicio en la
Policía Colombiana. La obra de esta misión policial
infortunadamente se perdió a raíz de los lamentables sucesos del 9 de abril de
1948.
El 7 de julio de 1937 el gobierno expide el Decreto
1277 creando la
Escuela General Santander la cual comienza a funcionar a
partir del año 1940 como instituto de formación general para todos los
policías.
En 1939 se contratan los servicios de la que fue la
primera misión norteamericana de policía, presidida por el señor Edgar K. Thompson,
funcionario del FBI.
[1]SANTOS MOLANO, Enrique, En: Biblioteca Colombiana
Ilustrada Bicentenario de la
Independencia (1810-2010), editor Carlos Nicolás Hernández, primera edición,
marzo de 2010. Bogotá, D.C. Página 46
[2] REPÚBLICA
DE COLOMBIA. Ley sobre “la organización, régimen político y económico de los Departamentos y provincias en que se divide la Republica ”, 1825, la Ley original se encuentra en
el Archivo General de la
Nación.
[3] GILLIBERT VARGAS, Luis Ernesto. Ladrones y
compañía En: Historias
Desconocidas de la Policía
1791-1891, Intermedio Editores, Círculo de Lectores S.A. Páginas 63 y sig.
[4]ARANGO JARAMILLO, Mario. Judas Tadeo Landínez y la
primera bancarrota colombiana en 1842.Consigna
(Bogotá) Vol.6,No. 186 (junio. 1981)—paginas 32-37.
[5] GILLIBERT VARGAS, Luis Ernesto. El crimen de la calle
de la moneda En: Historias
Desconocidas de la Policía
1791-1891, Intermedio Editores, Círculo de Lectores S.A.Páginas 117 y
siguientes
[8] ARMANDO ESPINOSA BAQUERO, Historia Sísmica de Bogotá,
en www.sogeocol.edu.co.
[9] AGUSTO HERNÁNDEZ BECERRA, El Congreso de Colombia,
Revista Credencial Historia, 2002
[11] CASTAÑO CASTILLO, Álvaro. La Policía Su origen y su destino, tesis de grado
para obtener el título de abogado de la Universidad Nacional
de Colombia, Bogotá 1947.
Me gusto el diseño, pero pudo ser menos extenso para no cansar al lector.
ResponderEliminarmuy buen diseño pero se extendió demasiado en el texto le faltan unas cuantas imágenes para ser mas emocionante
ResponderEliminarESTIMADOS HERMANOS:
EliminarLas bandas de secuestradores del mundo son familias monoparentales dedicadas a proteger clandestinamente a las razas arias humanas.
Atentamente:
Jorge Vinicio Santos Gonzalez,
Documento de identificacion personal:
1999-01058-0101 Guatemala,
Cédula de Vecindad:
ORDEN: A-1, REGISTRO: 825,466,
Ciudadano de Guatemala de la América Central.
ESTIMADOS HERMANOS:
ResponderEliminarLas bandas de secuestradores del mundo son familias monoparentales dedicadas a proteger clandestinamente a las razas arias humanas.
Atentamente:
Jorge Vinicio Santos Gonzalez,
Documento de identificacion personal:
1999-01058-0101 Guatemala,
Cédula de Vecindad:
ORDEN: A-1, REGISTRO: 825,466,
Ciudadano de Guatemala de la América Central.
ESTIMADOS HERMANOS:
ResponderEliminarLas bandas de secuestradores del mundo son familias monoparentales dedicadas a proteger clandestinamente a las razas arias humanas.
Atentamente:
Jorge Vinicio Santos Gonzalez,
Documento de identificacion personal:
1999-01058-0101 Guatemala,
Cédula de Vecindad:
ORDEN: A-1, REGISTRO: 825,466,
Ciudadano de Guatemala de la América Central.